Nueva protesta del campo contra el Gobierno. Los agricultores han convocado una manifestación frente al Ministerio de Agricultura para denunciar la grave crisis que atraviesa el sector. Protestan contra las importaciones desleales de cereal marroquí y las imposiciones del Pacto Verde Europeo.
La protesta estuvo convocada por las tres principales organizaciones profesionales agrarias, Asaja, COAG y UPA. Durante el acto, los responsables de estas entidades desgranaron las tres principales demandas que el sector plantea al Gobierno: ayudas directas por el sobrecoste de los fertilizantes, supresión inmediata de los aranceles a la importación de fertilizantes, y Control real de las importaciones de cereales, dando prioridad a la producción nacional frente a la entrada masiva de cereal de países terceros sin los mismos controles ni estándares.
El presidente de Asaja, Pedro Barato, dijo que "hoy lo que está en juego no es sólo la renta de los agricultores, sino la supervivencia misma de miles de explotaciones cerealistas"."No podemos permitir que, con precios hundidos por debajo de los 200 euros por tonelada y costes que superan los 800 euros por hectárea, se siga forzando al sector a trabajar a pérdidas. Lo que pedimos son medidas concretas, inmediatas y perfectamente aplicables: ayudas directas sobre las facturas de fertilizantes, acabar con los aranceles absurdos y defender de una vez por todas la producción española frente a la competencia desleal", agregó Barato.
Por su parte, el responsable del sector de cereales de la Ejecutiva de COAG, Javier Fatás, afirmó que "hoy por hoy, los precios del grano en nuestros campos no se deciden en Valladolid ni en Zaragoza, se deciden en despachos a miles de kilómetros, donde un clic de un bróker vale más que una campaña entera de trabajo. Esta especulación financiera sobre productos básicos como el trigo o la cebada está distorsionando el mercado mundial, y el agricultor es el eslabón más débil de la cadena. ¿Y el resultado? Trigo nacional a precio de saldo. Hoy, en el campo se paga por debajo de 220 euros por tonelada, cuando producirlo cuesta más de 250", apostilló.
El secretario de Agricultura de UPA, Ignacio Huertas, describió como "crítica" la situación del sector cerealista. "Tenemos precios ruinosos y costes de producción disparados, y ninguna de las dos cosas es responsabilidad de los agricultores. Sufrimos la especulación de mayoristas e intermediarios y las consecuencias de la importación masiva de trigo de Ucrania", destacó. "Los costes de producción han subido un 30% en los últimos años, y pueden subir aún más por la imposición de aranceles a los fertilizantes rusos", señaló Huertas.
Las tres organizaciones advirtieron de al Ejecutivo de que si no se adoptan soluciones en breve, las movilizaciones continuarán y se extenderán al conjunto de los territorios productores, además de a Bruselas, sede de las instituciones europeas.